“Every form of addiction is bad, no matter whether the narcotic be alcohol or morphine or idealism.” Carl Jung.
“Toda forma de adicción es mala, sin importar si el narcótico es alcohol, morfina o idealismo”… esa es la traducción exacta esta cita hecha por el famoso psicólogo y colega de Sigmund Freud, Carl Jung. Idealismo como adicción… alguien lo había visto desde esa perspectiva antes? (OK, alguien que no sea psicólogo o estudiante de…) Yo nunca, pero que verdad mas grande, no creen? Por qué existen las adicciones? Porque la gente quiere escapar de sus realidades, dormir ciertos sentimientos, despertar otros, apagar fuegos, hacer vista gorda a su infelicidad, inconformismo con lo que son. Búsqueda de sensación de bienestar, placer y consuelo, no? Y por qué idealizamos? Según yo las razones son las mismas o muy parecidas. El pensar que se viene algo mejor, que nuestro estado de insatisfacción presente es pasajero, nos ayuda a seguir adelante y avanzar con más fuerza, lógico. Consecuentemente, la sensación es exquisita, nada mejor que soñar con la perfección y proyectarla en algo o alguien, nada mas rico que esos momentos donde sueñas despierto(a) y las endorfinas chorrean de la hipófisis y nos llenan de felicidad momentánea. Pero qué pasa cuando ese idealismo nos lleva por el camino equivocado? Qué pasa cuando en el intento de lograr lo ideal damos malos pasos y tratamos de forzar situaciones irrealizables, sueños inalcanzables? Nos quedamos pegados(as)… y en nuestra intensa lucha, eterna espera, el idealismo nos hace ser perseverantes, nos crea paciencia y nos engañamos a nosotros(as) mismos(as). Ignoramos nuestro sistema de defensa intrínseco, que es lejos la parte mas sabia de nuestro ser que no controlamos, que siempre nos acompaña y nos grita “Esto no huele bien.. Corre! Sálvate!” al hacernos sufrir, sentir ansiedad, crearnos nudos en el estómago, aumentando o disminuyendo el hambre, el deseo, que sé yo... Inevitablemente, nuestra persecución de la felicidad es mas fornida y mata a palos a nuestro sentido de autoprotección y supervivencia y así podemos pasar días, semanas, meses, años, vidas enteras, aguantando golpes bajos.
“Toda forma de adicción es mala, sin importar si el narcótico es alcohol, morfina o idealismo”… esa es la traducción exacta esta cita hecha por el famoso psicólogo y colega de Sigmund Freud, Carl Jung. Idealismo como adicción… alguien lo había visto desde esa perspectiva antes? (OK, alguien que no sea psicólogo o estudiante de…) Yo nunca, pero que verdad mas grande, no creen? Por qué existen las adicciones? Porque la gente quiere escapar de sus realidades, dormir ciertos sentimientos, despertar otros, apagar fuegos, hacer vista gorda a su infelicidad, inconformismo con lo que son. Búsqueda de sensación de bienestar, placer y consuelo, no? Y por qué idealizamos? Según yo las razones son las mismas o muy parecidas. El pensar que se viene algo mejor, que nuestro estado de insatisfacción presente es pasajero, nos ayuda a seguir adelante y avanzar con más fuerza, lógico. Consecuentemente, la sensación es exquisita, nada mejor que soñar con la perfección y proyectarla en algo o alguien, nada mas rico que esos momentos donde sueñas despierto(a) y las endorfinas chorrean de la hipófisis y nos llenan de felicidad momentánea. Pero qué pasa cuando ese idealismo nos lleva por el camino equivocado? Qué pasa cuando en el intento de lograr lo ideal damos malos pasos y tratamos de forzar situaciones irrealizables, sueños inalcanzables? Nos quedamos pegados(as)… y en nuestra intensa lucha, eterna espera, el idealismo nos hace ser perseverantes, nos crea paciencia y nos engañamos a nosotros(as) mismos(as). Ignoramos nuestro sistema de defensa intrínseco, que es lejos la parte mas sabia de nuestro ser que no controlamos, que siempre nos acompaña y nos grita “Esto no huele bien.. Corre! Sálvate!” al hacernos sufrir, sentir ansiedad, crearnos nudos en el estómago, aumentando o disminuyendo el hambre, el deseo, que sé yo... Inevitablemente, nuestra persecución de la felicidad es mas fornida y mata a palos a nuestro sentido de autoprotección y supervivencia y así podemos pasar días, semanas, meses, años, vidas enteras, aguantando golpes bajos.
Yo lo he visto pasar muchas veces, tengo una que otra amiga a quien declarar adicta al idealismo y porque no decirlo, yo misma he experimentado con la droga de lo ideal numerosas veces al cuadrado. El problema no son solo los efectos secundarios de la droga, si no también lo que sucede cuando, ya sea de manera voluntaria o forzada, nos rehabilitamos. Sea por lo que sea, abandonamos la situación que sea, el estado mental que nos mantenía intentando y nos vemos solos(as) en nuestra realidad sin nada que la cubra a ella ni a ti. La contemplas, la comparas con tu ideal y la odias porque es tanto peor, tanto mas fea, tanto mas fome, tanto mas desesperante. Síndrome de abstinencia. Corazones rotos, grandes decepciones, energía y tiempo perdidos, micros pasadas, remordimientos, frustraciones, vulnerabilidad, el latente recuerdo de humillaciones que llegan de la nada y hacen que nuestro cuerpo convulsione. Y como buena adicción, la duración e intensidad del síndrome de abstinencia es directamente proporcional a la duración e intensidad de la droga y su consumo. Ante esto, mi recomendación es: Una vez que nuestro sistema nervioso simpático se dispara, escucharlo, abrir los ojos y escapar lo antes posible, antes de que el experimento se convierta en una adicción obsesiva, antes de exponernos a tener que pasar por un proceso de rehabilitación debilitante y traumático. Nunca conformarnos con ni una sola gota menos de lo que queremos, exactamente lo que queremos, siempre queriéndo nuestro bienestar ante todo.
Lo consideran una cobardía de mi parte? Puede ser… pero a veces, escapar requiere de mucho más valor que quedarse. Como sea, duele menos tropezar que caer de grandes alturas. Alguien puede decir lo contrario? Eso pensé.
Sourpuss
1 Comentarios... Quieres dejar uno?:
me pareció interesante... aunq debo señalar que jung es del llamado grupo de "disidentes", sin bien, fue en un comienzo colega e "íntimo" de freud, terminaron tremendamente peleados debido a la poca flexibilidad de éste último,
... la idealización nace del proceso de ilusión que se da como proceso de "no contacto con la realidad" del bebé hasta que éste a través de la interacción con lo externo "se contacta"... va desde una supuesta "psicosis temprana" a una aceptación del mundo real, desde ese pto de vista, la idealización que hacemos de las cosas es lo más fantasioso y primitivo que tenemos dentro... sin embargo, está claro que no podríamos vivir sin ello.
saludos
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