Con el cerebro de vacaciones, no solo tengo tiempo para dormir, comer, carretear y/o deprimirme a nivel profesional, sino tambien para analizar cuanto innecesario detalle y evento mi mente agarre al vuelo. Estos ultimos dias, me he puesto a pensar en lo mucho mas complicadas que se ponen las interelaciones y comunicacion con el sexo opuesto con el pasar de la edad. Cuando uno era pequena, las cosas eran mas simples. Tanto mas simples.
Si mal no recuerdo, antes lo unico que se requeria para decidir que nos gustaba alguien, es que cumpliera con ciertos requisitos fisicos, unos pocos requisitos socio-economicos y sicologicos, pero casi todo era perdonable. Ademas, nuestros prospectos la mayoria del tiempo estaban "limpios", sin grandes mochilas, sin grandes trancas, sin mucha experiencia que les afinara las manas, se conformaban con poco. Si eramos lindas, estabamos completamente aprobadas y todo lo demas que quedaba por conocer no parecia preocuparles. Pero ahora no. Ahora somos manosos y como si no fuera suficiente el hecho de que ya es de por si complicado encontrar a alguien que nos pesque en serio, ese alguien tiene que cumplir doscientos requisitos de (y no en orden de importancia) fisico, simpatia, pega/aspiraciones, hobbies, inteligencia academica y emocional, gustos, estamina, tamano... Que agradable cuando realmente daba lo mismo que tan bueno o malo era el en la cama, porque, que importaba si lo mas probable es que nunca ibamos a llegar a descubrirlo durante nuestra relacion, siendo los dos felices con ese hecho? Y si lo descubriamos, no habia mucho con que compararlo por lo demas, asique todos felices igual. Mas encima, ahora ellos vienen con mochila: una historia de 20 y tantos anos, llenos de decepciones, trancas y experiencias dolorosas, que por alguna injusta razon en vez de perfeccionarlos, la mayoria de las veces los convierte en algo mas cobarde, insensible, maraco o egoista de lo que solian ser. Mochila que nosotras tenemos que soportar o tratar de ignorar ya queramos un beso, un simple polvo o algo mas.
Antes, cuando eramos mas jovenes, podiamos soltar un beso sin sentir la presion social de que se espera que soltemos el poto en un futuro cercano. Porque cresta es que ustedes hombres asumen que si les dimos un beso, obligatoriamente tenemos que querer tirar y si no lo hacemos, es porque estamos luchando contra los dictamenes de nuestras hormonas? No puede ser que SI me dieron ganas de darte un beso, pero NO me dieron ganas de tirar y que de verdad mi consciencia NO se encuentre en una lucha muda contra mis deseos? Ahora, a los 20 y tantos anos, si no queremos tirar, somos unas pacatas. No existe la posibilidad de que no nos calienten porque, pff, o sea, OBVIO... SI LES DIMOS BESOS!
Sere yo una calienta sopas? O seras tu un caliente barsa, barsa, recontrahiper-barsa? Es casi como la pregunta del huevo o la gallina.
Sourpuss
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