Mis Resoluciones de Año Nuevo.

Como muchas personas lo hacen, este año nuevo hice mis resoluciones. Me desvié de la norma y no me propuse bajar de peso este año, porque sentí que como ya lo estaba haciendo por mis propios medios sin necesitar el empuje de una autopromesa, no necesitaba hacerla. Esta vez me propuse dos cosas simples: 1) Mantener una minuciosa higiene bucal. 2) Dejar la promiscuidad.

No crean que era una chancha que nunca se lavaba los dientes, no, no, no. Pero la verdad es que a veces no eran 3 veces al día que me los lavaba, porque se me olvidaba o porque ya estaba acostada y me daba paja levantarme a lavarmelos, o porque estaba todo el día afuera y no andaba trayendo mi cepillo de dientes, etc. La seda dental era inusual, una experiencia vivída una que otra vez, no una costumbre, al igual que el enguaje bucal. Le tengo pánico al dentista, cada vez que voy lloro y sufro y puta que duele. Por ende, decidí que era importante hacer cambios y ser pulcra. Y así ha sido, mi boca está constantemente oliendo a menta y ya van tres meses desde la resolución. Me estoy acostumbrando a esto de la limpieza oral aun... en un principio tenía la boca llena de heridas, los labios siempre partidos a los lados, porque puta que me cuesta llegar a las muelas de atrás con el cepillo. Irónicamente, en el presente, tengo mas caries que nunca y el viernes tengo hora al dentista. Era como obvio... ya debería aprender que las cosas nunca salen como pretendo en mi vida.

La resolución anti-promiscuidad también ha sido muy bien cumplida debo decir. Es difícil esto de vivir sin mantener por lo menos a alguien que te llame por teléfono y te recuerde que si eres al menos, medianamente deseable. Pero era necesario. Es increíble la cantidad de energía que se puede perder en mantener "situaciones", porque no alcanza para decir "relaciones" con gente que, o no te interesa, o te hace mal, solamente porque nuestro estado femenino no nos permite ver la soledad como una opción rentable. Y la verdad es que muy rentable no es: Me siento sola la mayoría del tiempo, mis pobres perros ya están sin pelo de tanto que los utilizo para suplantar mi falta de afecto y me deprimo bastante, sobre todo los domingos, por mas cliché que sea. Y para aclarar lo obvio, es fome, super fome. Pero decidí que no volveré a salir con nadie que no me guste. No mas salir, ni mucho menos besuquearme (y derivados) con tipos que "podrian llegar a gustarme", no mas oportunidades para sapos con promesas de príncipes que la mayoría de las veces terminan siendo solo eso, un simple anfibio.

Es solo ahora que cumplo mi resolución de año nuevo, que se me hace evidente, por primera vez en la vida, lo mucho que podemos llegar a necesitar cosas que damos tan por sentado cuando las tenemos, como un cariñito, un simple abrazo o una sesión de regaloneo. Pero aun así debemos dejar de conformarnos solo por sacudir la soledad y creernos merecedoras de cosas mejores. Y tener la fuerza de voluntad de esperar esas cosas mejores, así nomas, a capella, sin buffers.

No sé como lo va a hacer el próximo weon con el que salga, "enamorarme"antes de siquiera haber salido con él. Pero como premio, tendrá una cita con la niña con la boca más limpia y con olor a menta de toda la ciudad.

Sourpuss